Quedamos prohibidos

Son tantas las palabras que se escapan...

Porque las palabras quedan grandes y se avergüenzan de sí mismas. Huelgan las tallas de zapatos cuando frente al espejo te sientes mal, y no hay más consolación que un pañuelo blanco. Las palabras se repliegan y se van, sin decir adiós ni dejar un post-it para recordarte que se han ido. ¿Si las palabras se fueran cómo podrían quedar escritas en un papel? Las palabras se escurren entre las dos Calles de nombre próximo, que casi se tocan en la enciclopedia, nos reconocemos al buscarnos en un mapa. ¡Cuánto hueco, cuánta torpeza en nuestros dedos! Son tantas las palabras, que ni siquiera sin palabras podría hablarte. Podría escribirte. Y que con ellas lo entorpezco todo. Peor aún. Lo destruyo.

Y qué decir cuando no hay que decir nada a cambio. Cuando la única condición es escuchar. Pero ya lo sabes, todo fue escrito mucho antes de que nuestras sombras se cruzaran. Mucho antes de que siquiera fueran sombras tituladas. Poesía, a cambio, me dices. Pero esta vez, anda, hazme un favor: sin palabras.

Son tantas las palabras que se escapan. Como el polen en primavera... ¿Abuelitos? Dicho todo. Y lo sé. A partir de hoy, quedamos prohibidos, junto a las palabras, también nosotros:

"Queda prohibido llorar sin aprender,

Levantarte un día sin saber qué hacer,
Tener miedo a tus recuerdos,
Sentirte solo alguna vez.

Queda prohibido no sonreír a los problemas,
No luchar por lo que quieres,
Abandonarlo todo por miedo,
No convertir en realidad tus sueños.

Queda prohibido no demostrar tu amor,
Hacer que otros paguen tus deudas y tu mal humor.

Queda prohibido dejar a tus amigos,
No intentar comprender lo que vivimos,
Llamarles sólo cuando los necesitas,
No ver que también nosotros somos distintos.

Queda prohibido no ser tú ante la gente,
Fingir ante las personas que no te importan,
Hacerte el gracioso con tal de que te recuerden,
Olvidar a toda la gente que te quiere.

Queda prohibido no hacer las cosas por ti mismo,
No creer en tu Dios y hacerte tu propio destino,
Tener miedo a la vida a sus compromisos,
No vivir cada día como si fuera el último suspiro.

Queda prohibido echar de menos a alguien sin alegrarte,
Olvidar sus ojos, sus risas, sus besos,
Todo por que vuestros caminos han dejado de abrazarse,
Olvidar tu pasado y pagarlo con tu presente.

Queda prohibido no intentar comprender a las personas,
Pensar que sus vidas valen más que la tuya,
No saber que cada uno tiene su camino y su dicha,
Pensar que con su falta el mundo se termina.

Queda prohibido no crear tu historia,
Dejar de dar las gracias a tu familia por tu vida,
No tener un momento para la gente que te necesita.

Queda prohibido no buscar tu felicidad,
No vivir tu vida con una actitud positiva,
No pensar en que puedes ser mejor.

No sentir que sin ti el mundo no sería igual.”

"Queda prohibido": autoría confusa (atribuido a Pablo Neruda y reconocido como propio por Alfredo Cuervo Barrero)