25.9.07

“¿sabes?, o era la familia, o el trabajo, siempre
había algo que se
interponía,
pero ahora
he vendido la casa y he encontrado este
lugar, un estudio amplio, tendrías que ver el
espacio y
la
luz.
por primera vez en mi vida tengo tiempo y un lugar adecuado para
crear”.

no, chico, si quieres crear
crearás aunque trabajes
16 horas al día en una mina de carbón
o
estés en el paro
y vivas en un cuartito
con 3 críos,
crearás aunque te hayan arrancado partes del cuerpo
y de la
mente,
crearás estando ciego
inválido
loco,
crearás aunque un gato se te encarame por
la espalda y
la ciudad entera tiemble sacudida por un terremoto o por las bombas,
las inundaciones o los incendios.

chico, el aire y la luz y el tiempo y el espacio
no tienen nada que ver
y no crean nada
excepto quizá una vida más larga que te permita
encontrar más
excusas.



Aire y luz y tiempo y espacio, C. B.

2.9.07



encontrar








y reencontrar







Glenbeigh (Kerry) - Pinilla de Caradueña (Soria)

14.8.07

esperar

-impacientes-

20.7.07



buscar


entender


16.7.07

Reducción al absurdo

El volante bajo mis manos y la carretera ante mis ojos.

Me enfrento de nuevo a una batalla contra el tiempo. ¿Quién ganará? Quién va a ser, leñe, pues él. Aquí sigo, sin arrancar el motor, pensando en lo mismo que hace un minuto, pero con un minuto menos de vida.

El volante bajo mis manos y la carretera ante mis ojos.

Lista para combatir cualquier bache con un parche, pero así no se puede arreglar el mundo. ¿Hace falta construirse una casa lo más alejada posible del suelo para que no salpique la sangre? Porque si no pisas no eres. Si no te mojas, no ganas. Si no inviertes, pierdes. Si no hablas, callas.

El volante bajo mis manos y la carretera ante mis ojos.

Me pregunto para qué sirve pasarse cuatro días redactando un trabajo sobre keynes si al ir a graparlo tienes las manos manchadas de grasa de las patatas fritas que comiste entre tanto. Siempre podrás volver a imprimirlo, pero la tinta y el papel no serán los mismos. La realidad no vuelve... ¿Hay algo inmarcesible?

Pero estoy en el coche, me quejo del calor, del efecto invernadero, pongo el aire acondicionado, y un cuarto de hora después me quejo del frío. Qué espero si es verano. No puedo convertir mi mundo en otro mundo donde en verano haga frío y en invierno, calor. Donde en lugar de la música reine el silencio, donde las leyes estén subvertidas, donde el que hable es el que más tiene que callar, donde el conductor no conduzca y el cantante no cante, donde tiremos a la basura la alegría y utilicemos la amenaza, donde en lugar de usar la imaginación se cree un aparato que te imagine tu realidad a medida, y donde la coherencia esté por llegar, porque ese mundo... ya existe.

El volante bajo mis manos y la carretera ante mis ojos.

¿Por qué buscamos oro en el quinto pimiento del planeta cuando tenemos tantos tesoros alrededor? Porque tal vez no hayamos abierto aún los ojos para apreciarlos, y nos pasen inadvertidos. O abriéndolos, hemos mirado tan lejos que no vemos lo cercano, alcanzable con las manos.

Observo y me doy cuenta de que yo soy mar-ta, pero no estoy formada por dos sílabas simplemente. Y me pregunto qué pinto encerrada en un coche y sin salir del garaje.

¿A dónde voy si puedo hacer tanto aquí? ¿A quién busco allí? ¿Qué narices he perdido en esa ciudad con mar a la que voy? ¿Qué puedo encontrar allí que no pueda sucederme aquí? ¿Por qué pierdo espacio en mi mente memorizando mi número del dni y no recordando todas las cosas bonitas que he vivido? Porque quizá las cosas bonitas que me queden por vivir puedan ser setenta y un millones ciento treinta y siete mil y pico, y acaben en la A de algún lugar que sea este mismo coche arrancando el motor, o gripándose, o en la mirada de alguien que se llame amigo, alberto, andrés, ángel, antonio o javier, o en busca de alejandría.


El volante bajo mis manos y la carretera ante mis ojos.

Tic, tac. Un niño menos. Un niño menos. Un niño menos. Un niño menos. Un niño menos. Suena a anuncio, pero es real. ¿Y qué hago yo? Pensar, y perder mi tiempo. Porque no voy a estrellar mi coche en el mediterráneo queriendo llegar antes a algún lugar de áfrica para evitar un niño menos y así salir en las noticias. Ni tampoco voy a mencionarlo en la cena porque a alguien se le atragantaría la langosta, me llamaría loca y además no es chic. Hasta que un día me dé cuenta de nuevo, y, entonces, ¿cuántos menos contarán?

Pero el volante sigue bajo mis manos y la carretera ante mis ojos.

Siempre hay alguien que deshace lo que tú haces, porque tú deshaces lo que otros hicieron. Está bien, de acuerdo:

Soñemos.

Amemos.
Vale.

Pero...

¿Miedo a qué? Miedo a pensar en eso en lo que todos pensamos, sí, todos, pero nadie lo reconoce. Miedo a pensar en que la noche dure tan sólo un minuto y al instante siguiente salte el despertador haciendo temblar las paredes del dormitorio. Miedo a que lo bello que tiene el día, y que es la noche, no sea lo suficientemente larga para darle todos los besos que la distancia nos roba. Miedo a pensar que cuando llegue, él ya se habrá ido. Miedo a pensar que el mar, con una de sus olas, se llevará la huella de su pie sobre la arena, y cuando tú intentes conservarla haciendo un fuerte, ya será demasiado tarde porque el agua también se llevará la muralla de barro. Miedo a que cada minuto que pierdo pensando esto, sea también un minuto que no invierto en hacer feliz a alguien.

El volante bajo mis manos y la carretera ante mis ojos.

Pienso que luchar es sencillamente inútil si al final de este desvarío no he logrado más que hacer perder tu tiempo, y el mío.

Porque...

No he arrancado el motor y, sin embargo, amanece.



Foto: American Dream, Bronx.

4.6.07

Hilvanando relojes*


It's time to change, throw out the books
and start again
Break all the rules, fall on your face
don't be ashamed
You can't waste more time 'cause you've been gone
for far too long

Trapped in his arms, safe without harm
Follow your heart don't be afraid

You think that you're ok
But I don't believe in what you say
You think that it's too late
But it's no good, good enough for you

Don't hideaway
'Cause I know that you've got what it takes
I believe you can be what you wanna be

Let yourself go, don't you worry about a thing
Breaking the chains, so hard to begin
Follow your heart don't be afraid
You think that you're ok
But it's no good, good enough for you

Don't hideaway
'Cause I know that you've got what it takes
I believe you can be what you wanna be

Don't hideaway
'Cause I know that you've got what it takes
I believe you can be what you wanna be

Don't hideaway
'Cause I know that you've got what it takes
I believe you can be what you wanna be
You can be what you wanna be



(the corrs, hideaway)











...Y mi amiga Trisha se merecía un hueco especial. Ya era hora!

A freír relojes*


"Lo que más me interesa es, al fin y al cabo, el sentimiento de insignifi- cancia: se relaciona con la escritura (con la palabra), la única que es susceptible de colocarnos a la altura de la significación. Sin ella, todo acaba por perderse en la equivalencia. Es necesaria la insistencia de la frase...caudales, el curso de las frases. Pero la escritura es susceptible también de destinarnos a caudales tan rápidos que nada vuelve a encontrarse ahí. Nos abandona el vértigo del olvido, allí donde la voluntad de la frase por imponerse al tiempo se limita a la dulzura de una risa indiferente, de una risa dichosa. Al menos, la frase literaria está más cerca que la política del momento porque ella se resuelve, haciéndose silencio."


Georges Bataille, La oscuridad no miente



Torre del Reloj de Halifax, Canada


*Por aclamación blogeril en el post anterior, los relojes se merecían una segunda oportunidad...

28.5.07

14.5.07

Monólogo



“¿Hola? ¿¡¡¡Hoooola!!!? Nada. A ver... ¿Hay alguien ahí? ¿Eco? ¿Eco, eeeecooo? Pues va a ser que no. Ni un alma, oye. Ya se han largado todos al cine y me han dejado a mí solita aquí, en casa, de noche. Qué cosas...
Con todas las luces apagadas salvo una, la lamparilla del salón. Menos mal que se acordaron de mi miedo a la oscuridad. Y venga con la idea esa de ir a ver la película... Pesados que son. ¿Qué tendrá esa película para que se hayan ido los cinco juntos a verla? Y, claro, si al menos mamá y papá fueran con frecuencia al cine... Y, jopé, irse todos mis hermanos con ellos... ¡eso sí que se las trae! Como si no tuvieran otra cosa que hacer. Al menos, podían haberse quedado cuidando de mí. Cómo se nota que invitaba papá. Pues nada... Ale. Al cine todos...
¿Y... ¡ahora qué demonios hago yo!? Éstos se han pensado que dormiría toda la noche por arte de magia y mientras tanto podían estar tan tranquilos. Pero no se les ocurrió cerrar la puerta de casa despacio y con cuidado; se van y... ¡plom! ¡Despiertan a todo el vecindario! Espero que me hayan dado un beso de despedida, seguro que mamá y papá sí, ellos siempre se acuerdan de entrar en mi habitación mientras duermo para arroparme. Pero, ¿y el resto? Estarían ocupados con su gomina y su barba y sus cazadoras y sus vaqueros y sus estudios y... sus cosas.
A todo esto, ¿cómo se llamaba la película? Era... ¿la lista de quién? Nada, ni idea.... Alguien mencionó algo sobre una lista. Y me dijeron que yo no podía ir porque era de mayores. Pues estoy apañada. Ni siquiera sé qué han ido a ver. Seguro que había pistolas y sangre y muertos y persecuciones, y por eso me han abandonado aquí a mí sola... Como ellos sí que pueden ir... Qué suerte tienen. Yo quiero ser mayor. A ver si crezco rápido para poder ir al cine a ver pelis chulas...
¿Y si me pasa algo ahora? Espero que no. Ufff, nonono, quita, quita. Vaya problemón. No hay nadie a quien avisar. Nada, nada. Total, es un ratito nada más. Seguro que vuelven pronto... No tardarán mucho. Tú tranquila, no pienses eso que no pasa nada. Seguro. No pienses. Olvídalo. Los fantasmas no existen. No, no y no. Ni brujas ni nada. Además, puedo encender todas las luces de casa para que parezca de día... No, qué tontería, ni siquiera hace falta. Soy valiente. Soy valiente. Soy mayor. Me cuido sola. Todo controlado. Voy a pensar en otra cosa...
...Soy la princesa del palacio. Eso, soy una princesa que vive en su palacio. Y es la dueña de toooodo el país.
A ver...
Vaya, qué silencio. ¿Hola?... Uy, qué miedo. A ver si hay alguien escondido detrás de esa puerta... ¡Anda! Pero si no hay nadie en casa..., ¡entonces puedo comerme tranquilamente un cacho de la tarta de manzana que preparó mamá! ¡Qué guay! Toda para mí. ¡Sí! Al fin. Así no se enterarán de que he sido yo. Además, si ellos se van al cine, ¿acaso no tengo yo derecho de poder divertirme? Podría poner música. Pero..., y si vienen de repente y me pillan... Ummm, piensa algo... Rápido.
¡Ya! Me como la tarta y me voy a la cama de nuevo. Eso. Si imagino que ellos están conmigo, no tendré miedo y me dormiré. Mejor aún, voy a enchufar la tele, y con el ruido del telediario de fondo será más fácil imaginarme que están juntos en la sala y no se han ido a ningún lado. Como todos los días. O... ¡la cinta de U2 en el equipo de música! Así parece que mi hermano está estudiando en la habitación de al lado. Y puedo bailar. ¡Guay! Aunque antes podría ir a buscar a mi osito Mike y le leo un cuento. Afortunadamente, él no ha tenido la ocurrencia de ir esta noche al cine...”



5.5.07

Soterrar els morts (o Enterrar a los muertos)

De la guerra civil nos quedan algunos lugares y personas, cada vez menos, que vivieron entonces y sobreviven hoy. Recuperar la memoria de lo que ocurrió en otro tiempo es el único reconocimiento posible para los que sufrieron la guerra o la posterior represión franquista porque han transcurrido setenta años y son muchos quienes esperan todavía ser enterrados con dignidad. En especial aquellos que fueron traicionados y nadie los reclama como bandera propia. Cyril y metodi matut













26.4.07

Trascendencia o no

"Porque el hombre es trascendencia, jamás podrá imaginar un paraíso. El paraíso es el reposo, la trascendencia negada, un estado de cosas ya dado, sin posible superación. Pero en ese caso ¿qué haremos?, Para que el aire sea respirable tendrá que dejar paso a las acciones, a los deseos, que a su vez tenemos que superar: tendrá que dejar de ser paraíso. La belleza de la tierra prometida es que ella prometía nuevas promesas. Los paraísos inmóviles no pueden prometer más que un eterno aburrimiento.
Si Dios es la infinitud y la plenitud del ser, no hay distancia entre su proyecto y su ser realidad, su voluntad es el fundamento inmóvil de su ser. Lo que quiere se hace, quiere cuanto es... Tal Dios no es una persona singular, es el universal, el todo inmutable y eterno. Y lo universal es silencioso... La perfección de su ser no deja ningún lugar al hombre porque el hombre no podría trascenderse en Dios si Dios ya está todo entero dado. En tal caso el hombre no es más que un accidente indiferente a la realidad del ser; está en la tierra como un explorador perdido en el desierto; puede ir a la derecha o a la izquierda, puede ir a donde quiera; jamás irá a ningún lugar y la arena cubrirá sus huellas."

SIMONE de BEAUVOIR
(Pyrrhus et Cinéas,
fragmento epdlp)

11.4.07



“Fui a los bosques porque deseaba vivir en la meditación, afrontar únicamente los hechos esenciales de la vida, y ver si podía aprender lo que ella tenía que enseñarme; no sucediera que, estando próximo a morir, descubriese que no había vivido.”






Citado en Antes del fin, Ernesto Sábato

2.4.07

Sed intelligere


Es lunes. Maravilloso.





Lo noto en el ambiente.












Algo grande está sucediendo...