que duermen agazapados en tu
sombra
a la espera de un rayo de sol
que los despierte y a sus colores haga
revivir.
Atrapada en los momentos,
en la forma, en los procedimientos,
en la noche,
en las guerras de bordes,
en las servilletas acorazadas
y sin momentos de gloria,
en las orejas que todo lo escuchan,
en los pañuelos de usar y tirar
que usan y tiran sus lágrimas
-no sólo sus mocos-,
en las variaciones temáticas,
en tu soltura,
en las pantallas de cine, en las luchas
introspectivas,
en las normas que me impiden respirar,
en la rosa de un pétalo de vino de una copa,
en la perspectiva de un beso, o en lo que
digan y hagan que quieran no hacer ni decir,
mirando el agujero por el que escapar
de una...
Atrapada en los dibujos,
en los sueños,
en efigies de arena que roba el viento
en versos de silencio que rompe
una voz
con su prosa encandilada y su velo
de sirena: soy por los siglos de los siglos
lo que tu nombre me deje ser
lo que tu melodía me mueva
lo que tus prolijos labios
me digan ser: tu sonrisa.
Luna, soy tu sombra esclava
hecha de luz,
soy tú
por los dichos de los dichos,
y tu sol,
soy vida atrapada en tus
ojos dormidos.
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