23.12.06

Feliz Navidad


«Tuvimos éxito obteniendo esta imagen desde el espacio y si la miras, verás un punto. Es aquí. Es nuestro hogar. Somos nosotros. En él, toda persona de la que hayas oído hablar, todo ser humano que jamás haya vivido, vivió ahí su vida. La unión de todos nuestras alegrías y sufrimientos, miles de religiones, ideologías y doctrinas económicas, todo cazador y forajido, todo rey y plebeyo, toda pareja enamorada, todo niño esperanzado, toda madre y padre, todo inventor y explorador, todo maestro de moral, todo político corrupto, toda superestrella, todo líder supremo, todo santo y pecador en la historia de nuestras especies, vivió ahí, en una mota de polvo, suspendida en un rayo de sol.
La Tierra es un pequeñísimo grano en un vasto desierto cósmico. Piensa en los ríos de sangre derramados por todos los generales y emperadores que por gloria y triunfo se convirtieron en momentáneos dueños de una fracción de un punto. Piensa en las interminables crueldades cometidas por los habitantes de una esquina del punto a los habitantes, difícilmente distinguibles, de alguna otra esquina del punto. ¡Cuán frecuentes sus equívocos, cuán predispuestos a matarse unos a otros, cuán fervientes sus odios!
Nuestras posturas, nuestra imaginada importancia, la ilusión de que tenemos alguna privilegiada posición en el universo, están cuestionadas por este punto de luz débil.
Nuestro planeta es una solitaria mota en la gran negrura cósmica. En nuestra oscuridad –y en toda su extensión- no hay ningún indicio de que la ayuda vaya a venir de ningún otro lugar para salvarnos de nosotros mismos. Ese es problema nuestro. Se ha dicho que la astronomía es mortificante, y debo añadir, una experiencia de construcción personal.
Para mí, no hay quizás mejor demostración de la estupidez de los conceptos humanos que esta distante imagen de nuestro pequeño mundo. Para mí, subraya nuestra responsabilidad de tratarnos más amable y compasionadamente entre nosotros y de preservar y apreciar ese punto azul pálido, el único hogar que jamás hemos conocido».


CARL SAGAN

1 comentario:

o s a k a dijo...

gran texto