Citoyen

Todo da vueltas,
girando en torno a nada
-nada es lo que hay,
nada es lo que no hay.
Todo amanece y muere,
todo renace y aterra,
un todo conspicuo, todo volado,
todo ladrando al techo anubarrado.
Y nace una pregunta:
¿de qué sirve pensar?
Si unas son las verdades.
Y muere sin respuesta:
¿de qué sirve pensar?
Muriendo de nada, muriendo...

***

Infructuosa levedad del viento,
¿hacia dónde soplas tu odio
y cabalgas en tu cielo?
Marchitar veo las horas, siento
deshacerse de vanas inquietudes
que nacen muertas y muriendo viven.

Huera pereza del otoño,
rezuma misterio, ásperos días de hielo
caen sobre nuestro blando cuerpo,
dilatan las tristezas en tu miedo,
anonadadas tierras de llanto eterno.

Belleza e inmensidad desplegadas
en goces fugaces de pensamientos,
en sirenas baldías, en príncipes
inmunes del mundo,
alejados del segundo,
que no existen, que no nos habitan.

Intransigente fealdad de la vida,
¿tanto hallas aquí de diversión
que has de prestar tu tiempo
en nuestra humana esclavitud?

Vete ya, montón de papel.

Olvídanos.
Vuela ágil,

haz que regrese la luz
a nuestra siempre fiel,

instantánea,

decrepitud...