Recupero aquí dos fragmentos extraídos de Lo imposible, de Georges Bataille
“No me encierro en la idea de la desgracia. Imagino la libertad de una nube que llena el cielo, haciéndose y deshaciéndose rápido, pero sin prisa, extrayendo de la inconsistencia y del desgarramiento el poder de invasión. Así, puedo decir que mi reflexión desgraciada, que sin la angustia extrema hubiera sido pensada, me concede, en el momento en el que voy a sucumbir, el imperio...”
“La cima de la inteligencia es a la vez el desfallecimiento.
Se desvanece: lo que define a la inteligencia del hombre es que se le escapa. Percibida desde fuera, no es sino debilidad: A. no es más que un hombre embriagado de su posible profundidad, y eso es lo que nadie resistirá si la profundidad más grande no nos diera –sobre los demás- una superioridad (manifiesta o disimulada). La inteligencia mayor es, en el fondo, la más engañada: pensar que se aprehende la verdad cuando no se hace sino huir, y en vano, de la evidente necedad de todos. Y nadie tiene verdaderamente lo que cada uno piensa: algo de más. Creencia pueril de los más rigurosos en su talismán.”
Nota: A. hace referencia a uno de los personajes del libro.
“No me encierro en la idea de la desgracia. Imagino la libertad de una nube que llena el cielo, haciéndose y deshaciéndose rápido, pero sin prisa, extrayendo de la inconsistencia y del desgarramiento el poder de invasión. Así, puedo decir que mi reflexión desgraciada, que sin la angustia extrema hubiera sido pensada, me concede, en el momento en el que voy a sucumbir, el imperio...”
“La cima de la inteligencia es a la vez el desfallecimiento.
Se desvanece: lo que define a la inteligencia del hombre es que se le escapa. Percibida desde fuera, no es sino debilidad: A. no es más que un hombre embriagado de su posible profundidad, y eso es lo que nadie resistirá si la profundidad más grande no nos diera –sobre los demás- una superioridad (manifiesta o disimulada). La inteligencia mayor es, en el fondo, la más engañada: pensar que se aprehende la verdad cuando no se hace sino huir, y en vano, de la evidente necedad de todos. Y nadie tiene verdaderamente lo que cada uno piensa: algo de más. Creencia pueril de los más rigurosos en su talismán.”
Nota: A. hace referencia a uno de los personajes del libro.
No hay comentarios:
Publicar un comentario