31.3.06

Noche de algo que huye


La luna se entrega al silencio penetrante de esta noche, noche que adquiere el primaveral por rutina armónica y obsesiva. Mientras, el insomnio se apodera de los párpados y juega a sabotear la lámpara de la mesilla una vez tras otra. Las luces intermitentes del despertador advierten el precipicio; la angustia se acelera. Mira por la ventana: las escasas nubes pervierten la densa oscuridad sólo descubierta por tres o cuatro enigmáticos astros. Cielo caliginoso, añil, interminable. Los edificios lo encierran: ¿por qué esta Ciudad otra vez?

Y una voz interrumpe: don´t hideaway…Retorno al “casi ayer”. Al casi sin darse cuenta. ¿Qué más? El violín se deshace de toda voz en su melodía, huye y vuelve a surgir del fondo. Quién sabe dónde habrán acabado sus cuerdas tensadas, en algún desguace multitímbrico, mil veces desafinadas ya. Silencio. Un silencio despierta a otro silencio. Se cuelga sobre el silencio. Y cae sobre el aire. Irrumpe en ideas, sueños, lunas, nubes y ciudades. Y la melodía, otra vez, vuelve a esconderse sobre las notas, sobre la voz, sobre el silencio.

It´s time to change, throw out the books
and start again
break all the rules, fall on your face
don´t be ashamed

Recorre la estancia con mirada de hastío. Pero, ¿hastío de qué? Silencio. Nada, de nada. Los colgajos que permanecen mudos sobre las paredes (papeles con rostros, palabras, colores y mapas inalcanzables que siempre estuvieron ahí puestos porque sí) aún se sostienen y se posan sobre el deslumbrar de cifras pertenecientes al tormentoso reloj con alarma. ¿Qué son ahora todos esos carteles de alas perdidas? Ciénagas. Ya no dicen. Callan, y guardan lo que fueron. Lo que nunca fueron realmente.

El violín se arrastra nuevamente entre silencio y silencio. Puedo ver el rostro propio reflejado en la ventana. Nada más allá: ni añiles, ni nubes, ni calles. La bombilla está encendida en el interior de la sala.

La bombilla está encendida. Luce. Mas es de noche. Y suena un violín lejano, ajeno. El silencio suena. Y luego el silencio calla. Interpreta. Don´t hideaway.

¡Cambien de canal, por favor!

Es tarde para abrir los ojos. Sobran mayúsculas. Ya no somos niños.

No hay comentarios: